miércoles, 26 de mayo de 2010

Sexta entrega

No sé, nunca fui chica osada, de esas que escriben sin filtros, así como sin piel, sin nada que proteja de los de afuera, esos que te conocen por lo que escribís. Pero hoy lo necesito, necesito escribirte directamente a vos, que estas sentado del otro lado, sumergiendote en mi mundo, en mis palabras, en mí. Sí, sabes que es a vos, sabes cual es la situación, sabes que estos días otoñales me ponen melancólica, porque hace frío, porque tengo que estudiar y hasta quizás por el bicentenario. Cosas que pasan una sola vez en la vida, pastelitos, banderitas, y tu nombre que resuena como en altoparlantes, bueno, así pero en mi cabeza. Quiero volver a respirar tu aire, ese que sólo yo puedo sentir, estar lo mas cerquita que pueda, y preguntarte si todavía es real, porque ya no lo creo. Siento que vale la pena, que la tengo que pelear, o sentarme a esperar, porque tenés eso, ESO que no deja de inspirarme, de llamarme la atención, de hacerme feliz, me algueas, creo, me seguís algueando, y no quiero que deje de pasar. Si te animas, yo te espero, lo sabes, no me importa, pero quiero respuesta, así como te escribo, te llamo, y no paro de buscarte... Es tan simple, quiero saber que pasa ahí, porque te lo dije, y aunque me repitas infinitamente que soy ardilla, o cualquier roedor incansable, no te entiendo! Creo que tampoco pretendo hacerlo, pero es mi maldito instinto quien necesita una explicación de lo que sucede. Lo que pasa adentro, eso ya nadie lo puede saber. Ni adentro mío, ni adentro tuyo. Quiero saber si te animas! Lo hacemos? Nos vamos? Porque sí, quiero desaparecer! Me falta iniciativa, tu empujón... Chiquito, acá te espero.

Así sin filtros, te digo que te extraño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario