jueves, 22 de octubre de 2009

N



Eh, sí, hola, no estoy de oferta, pero tengo carta de presentación.


Hola, que tal, mi nombre es Natacha, le tengo miedo a los puentes, me caen mal los panqueques con dulce de leche, y me vuelvo adicta a cualquier elemento, producto y/o demostración a partir de la segunda unidad de su consumo.


Mucho gusto! [MeetTheRealMe]

domingo, 11 de octubre de 2009

En contra


Y si, soy una antibares nata. Me pone triste.


Eso de irse a un bar me hace pensar en soledad.


O en chamuyo, como ese que te agarra la mano (esa que ingenuamente colocaste sobre la mesa), y mirandote a los ojos, te dice: "Sos una gran persona".


Já, que irónica y absurda me resulta esta situación! Definitivamente, representa la mas disfrazada soledad.

Agua.

Eh, sí buenos días.

La calle La Bajada se encuentra momentáneamente inhabilitada para la circulación de vehículos, debido a la rotura de un caño (y no a causa de la lluvia).
Sepan disculpar las molestias,
La vecina que no trabaja en Aysa.

sábado, 10 de octubre de 2009

que

Que el único poder que me gustaría poseer, obviamente es el de leer mentes. Para saber quien se va a bajar del colectivo.

Ah, y también para saber que pensás. Aunque no es tan importante. Al menos eso quiero pensar. Pensar que no sos importante. O sea, pensar en vos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

06/10

Ese humo, que borra huellas, y tanto miedo deja, me está persiguiendo. No logro verlo, pero sé que de algún lado me observa. Me busca, y me va a encontrar.

Que alguien me ayude...

lunes, 5 de octubre de 2009

Teoría

Un café con leche es sobre todo, y antes que nada, un seguidor y fan del marxismo. Luego es café con leche. Es marxista porque cree que todos los cafés con leche son exactamente iguales, no hay diferencia entre ellos, ni rasgos que los distingan.
Pero no, Señor café con leche, yo puedo encontrar una lágrima (proletario) y un cappuccino (burgués, o pequebus, já), por ejemplo. Es simple colega, un cappuccino es, y se cree, superior a los demás cafés con leche, hace uso de su poder, y los tiene dominados a las (pobrecitas) tan queridas lágrimas. El cappuccino puede tener canela, vainilla, crema, y encima, ser de varios colores, siempre tan soberbio el cappuccino. Y la desamparada lágrima, tan ella, tan pequeña, tan prole... No sabe defenderse, no sabe ser otra cosa que lágrima... No sabe verse tan exótica, tan deslumbrante, es simplemente, una lágrima.
Entonces café con leche, Ud no puede tener el descaro de afirmar que son todos camaradas...
Abandone la política, y dedíquese otra cosa....